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El Origen de las Frases: Nada es verdad o mentira, todo es según el cristal con el que se mira.
Autor: José Carlos Villalobos Ávila

Nada es verdad o mentira, todo es según el cristal con el que se mira.
La frase tiene su fundamento en un poema de Ramón de Campoamor (1817-1901) llamado “las dos linternas”. En un pasaje dice lo siguiente:
“De Diógenes compré un día
la linterna a un mercader;
distan la suya y la mía
cuánto hay de ser a no ser.
Blanca la mía parece;
la suya parece negra;
la de él todo lo entristece;
la mía todo lo alegra.
Y es que en el mundo traidor
nada hay verdad ni mentira;
todo es según el color
del cristal con que se mira”. (López, 2009)
Para justificar su proceder, la gente aplica la máxima: “nada es verdad ni mentira, todo es según el cristal con el que se mira”. Es decir, se apoyan en lo relativo, pero no se dan cuenta que lo relativo no es subjetivo. ¡Caray, si viviera Einstein se volvería a morir ante semejante afirmación! Para explicar esto, es necesario plantear la siguiente pregunta: ¿Es verdad que, según la teoría de la relatividad, todo es relativo? No, según esa teoría que ha sido ampliamente confirmada, algunas propiedades son relativas al sistema de referencia, al par que otras son absolutas, o sea, independientes del sistema de referencia, por ejemplo, la velocidad y la temperatura son relativas, pero la carga eléctrica y la entropía son absolutas. En resumen, la teoría de la relatividad relativiza algunas propiedades, no todas. Y por supuesto, se limita a propiedades físicas: nada dice, por ejemplo, acerca de la moral o las costumbres. La relatividad es tan objetiva como cualquier teoría científica. Por eso es un error usar este tipo de clichés en nuestro lenguaje diario.
Referencias:
https://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/todo-es-segun-el-color-del-cristal-con-que-se-mira/