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La burbuja especulativa.
Autor: José Carlos Villalobos Ávila

Alguien ha estado mintiendo sobre lo que está sucediendo en la economía global. Por ejemplo, el precio del huevo ha aumentado un 20 % en el transcurso de este año 2022. El queso registra un incremento de 20 %. La leche se ha encarecido un 12%. La harina ha provocado que el precio del pan blanco aumente en un 18.99%. Sin embargo, los encargados de las políticas monetarias afirman que la inflación ha alcanzado hasta un 8.62 % en México. (Rodríguez, 2022) Ese dato simplemente no concuerda con la cantidad de dinero que desembolsan las familias cuando acuden al supermercado para hacer sus compras. (The food tech, 2022) Alguien miente al darnos cifras inflacionarias falsas.
Es interesante cuando reflexionamos sobre el fenómeno que sucede en este momento con los grandes corporativos. A esas empresas no les ha hecho ningún daño la inflación. Al contrario, en los últimos informes del primer semestre de este año 2022 reportan un incremento en sus utilidades. Es decir, pareciera que les ha beneficiado esta condición de la economía después de la emergencia sanitaria.
Lo anterior se debe a que la mayoría de productos que se consumen diariamente pertenecen a una de las diez empresas que monopolizan los artículos y, eliminan con esto a la competencia, controlando e incrementando los precios. Los dueños de estas firmas corporativas culpan a las políticas monetarias establecidas por los gobiernos, a la interrupción de la cadena de suministros en China, al incremento en los precios del petróleo, y a la guerra en Ucrania. Afirman que están contribuyendo, a pesar de las anteriores razones, a que la economía avance y se satisfaga las necesidades de los consumidores.
Aunque vivimos en una economía de consumo, en un libre mercado, tenemos esa ilusión de que la competencia jugará un factor importante para que se controlen los precios y se puedan ofrecer mejores opciones para los consumidores. A mayor oferta, el precio debería bajar, pero no es así. El incremento en las utilidades de esas grandes empresas dice lo contrario.
Es cierto que los costes de operación y los insumos se han incrementado, pero ese detalle no afecta a los intereses de los corporativos, ya que trasladan esos costes al consumidor final aumentando el precio valiéndose de esa seguridad de que ellos controlan la mayoría de las marcas de artículos que se consumen diariamente en el hogar.
Todos estos factores nos hablan de que se avecina una situación difícil en materia económica en el mundo, y particularmente en México. Independientemente de las medidas adoptadas por el gobierno en turno, como el aumento histórico de las tasas de interés para frenar la inflación, y la política de restringir el dinero corriente, no se debe perder de vista que la recesión que afecta a Estados Unidos es tal, que podrá afectar significativamente a la economía en el país.
No será como la burbuja económica de la internet que aconteció en el año 2000. Tampoco será igual a la burbuja de las hipotecas del 2008. Esta burbuja que se ha formado es especulativa, y amenaza con reventar en cualquier momento. Sus consecuencias serán terribles para las economías emergentes, como el caso de México.
Alguien nos está mintiendo, alguien sabe lo que se viene en materia económica y nos ocultan las cifras reales, y nos dicen las “oficiales”. La credibilidad en los gobiernos, concretamente en el mexicano, está por los suelos. El reparto de dinero en los “programas sociales”, la falta de una adecuada reforma fiscal, y el mal manejo de la pandemia, confirma la falta de capacidad para hacer frente a lo que se espera. La burbuja especulativa que ha nacido en Estados Unidos tarde o temprano reventará, y traerá más pobreza y menos desarrollo en los distintos sectores de la sociedad.
Referencias.
Rodríguez, D. (24 de Agosto de 2022). Obtenido de https://elpais.com/mexico/economia/2022-08-24/se-desboca-la-inflacion-en-mexico-llega-a-862-en-agosto-de-2022.html
The food tech. (25 de Mayo de 2022). Obtenido de https://thefoodtech.com/industria-alimentaria-hoy/preocupacion-por-el-aumento-en-precios-de-la-harina/