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Las mujeres y el confinamiento obligado por la Covid 19, una mirada a través de la CIM.

Por: Paola Juárez

En esta ocasión quiero aprovechar el espacio para pensar y, por lo tanto, reflexionar sobre la situación actual de muchísimas mujeres que no la han pasado nada bien en este confinamiento obligatorio y mundial.

Existe un Día Internacional de la Eliminación de la Violencia en Contra de la Mujer, este Día Internacional se conmemora para denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación.

Este movimiento para poder tener una fecha conmemorativa fue iniciado por un movimiento feminista latinoamericano en 1981 y lo hicieron para conmemorar la fecha en la que fueron asesinadas las tres hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa) en República Dominicana por orden del entonces dictador Rafael Leónidas Trujillo.

A raíz de esta conmemoración me gustaría platicarles de un artículo que leí de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) que se titula: “Covid-19 en la en la vida de las mujeres” en el que nos exponen el tema de la situación de confinamiento actual pero desde el punto de interés en las mujeres que al estar obligadas a este encierro, están forzadas a convivir con sus maltratadores porque, en este sentido, el hogar es el lugar más peligroso para ellas porque a medida que aumenta esta convivencia se generan conflictos de índole doméstica y familiar, así mismo, es el espacio en donde todo ocurre, el cuidado de los niños, la educación de los niños, la socialización, el trabajo productivo de las mujeres además de las tareas domésticas de las mujeres y tantas actividades que hacen dentro del hogar y que exacerban en crisis porque hay una fuerte carga para ellas, el trabajo en casa la mayoría de las veces no es colectivo, además que “Se ha incrementado la carga de trabajo relacionada con el cuidado y la atención a las personas, cuya respuesta debería ser colectiva. Sin embargo, la realidad es que esta no se distribuye equitativamente, sino que recae principalmente en las mujeres, y no está valorada ni social ni económicamente. Fuera de los hogares, las mujeres también constituyen el mayor contingente que está asumiendo los cuidados, en el sector de la sanidad, en el trabajo doméstico remunerado y en centros especializados de cuidado de menores, adultos/as mayores y personas con discapacidad, situación que conlleva impactos diferenciados sobre la salud de las mujeres y las expone a un mayor riesgo de contagio”.

Otra situación peligrosa a tomar en cuenta es el riesgo de las niñas y los niños de sufrir abuso sexual por parte de sus mismos familiares cuando se está en situación de confinamiento, esto hace que las niñas y los niños estén más expuestos a riesgos y abusos, nos menciona el artículo que deben existir y darse a conocer más, las líneas de atención a la violencia, centros de orientación y atención psicológica, psicosocial y jurídica como servicios indispensables y reforzarlos, así mismo, realizar campañas informativas sobre prevención y atención a casos de violencia para que las denuncias sean atendidas.

Otro tema bastante importante y que desgraciadamente notamos cada vez más, es que el confinamiento agudiza la crisis de cuidado y aumenta la carga de trabajo de las mujeres, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) las mujeres tienen a su cargo el 76.2% de todas las horas de trabajo de cuidado NO remunerado ( es decir, más del triple que los hombres) y son ellas quienes tienen doble o triple jornada laboral, situación que ahora con el confinamiento impuesto se ha agravado más y principalmente en familias donde hay niños con edad de educación preescolar y primaria porque no pueden acceder a esta educación a distancia de manera autónoma, entonces vemos que esta obligación del cuidado tiene todo que ver con las normas sociales de género que atribuyen el rol de cuidado a las mujeres y eso provoca que las mujeres tengan menos participación en el mercado laboral lo que genera a su vez que haya una brecha salarial y una limitación económica de las mujeres que las hace económicamente dependiente, condición que las expone a una mayor vulnerabilidad.

Como podemos darnos cuenta, esta pasada situación de confinamiento obligado y global tiene otras consideraciones para las mujeres que tal vez no nos habíamos puesto a pensar y reflexionar qué tan difícil había sido especialmente para aquellas que estuvieron obligadas a convivir con sus maltratadores, pudimos darnos cuenta a través de videos que circulaban en redes sociales de bastantes casos en los que las mujeres en llamadas de video comienzan a hacer una señal de ayuda que fue muy viral en casos de violencia doméstica, esta “señal de ayuda” surge de una iniciativa de una organización pública de Canadá y consiste en situar la palma de tu mano frente a la cámara con el pulgar doblado y esconder el pulgar entre tus dedos. Vemos entonces que el impacto que esta pandemia ha tenido y que evidentemente aún sigue teniendo en nuestra sociedad no ha sido el mismo para hombres y mujeres y lastimosamente nos deja ver las diferencias y desigualdades de género existentes.


Referencia Bibliográfica:

Comisión Interamericana de Mujeres. Covid 19 en la vida de las mujeres. Razones ara reconocer los impactos diferenciados. https://reliefweb.int/sites/reliefweb.int/files/resources/ArgumentarioCOVID19-ES.pdf

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