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Vírgenes Suicidas

“No vale nada la vida

La vida no vale nada

Comienza siempre llorando

Y así llorando se acaba

Por eso es que en este mundo

La vida no vale nada”

José Alfredo Jiménez

Por: Yaya Juárez

Vírgenes suicidas es una película de 1991 dirigida por Sofía Coppola, basada en la novela de Jeffrey Eugenides. La película se sitúa en los años setenta y nos muestra la vida de cinco hermanas adolescentes Cecilia, Lux, Bonnie, Marie y Therese que van de los trece a los quince años de edad, ellas son el ensueño de todos los chicos de un barrio residencial americano de clase media. El padre de las jóvenes, el Sr. Lisbon, es un profesor de secundaria un poco retraído con problemas para socializar y la madre es una mujer ultra católica y muy moralista que controla cada aspecto de la vida de las jóvenes.

La historia será narrada por los jóvenes del barrio residencial que a pesar de los años no pueden olvidar la belleza y el misterio de los suicidios de las hermanas Lisbon.

La primera escena nos muestra a Cecilia la hermana más joven de trece años en el hospital tras un intento de cortarse las venas en la bañera sosteniendo una imagen de la virgen María, imagen que se repetirá en muchas de las escenas de la película. Cecilia es una chica sensible, le gusta la poesía y parece mostrar una melancolía constante frente a todo lo que le rodea. Mientras está hospitalizada su doctor le comenta “¿Qué haces aquí querida? No eres lo suficientemente grande para saber qué tan mala es la vida” a lo que Cecilia responde: “Obviamente doctor, usted nunca ha sido una chica de trece años”.

La madre decide prepararle una fiesta con sus hermanas y chicos del vecindario para levantar su humor, la primera y última fiesta que la madre permitiría. Cecilia muestra indiferencia y algo de hartazgo retirándose a su habitación, unos minutos más tarde termina lanzando su cuerpo desde la ventana hacia una valla del jardín.

Todo el vecindario habla sobre este suceso, todos tienen opiniones sobre lo que le ocurría a Cecilia. Por otra parte, la familia Lisbon comienza por retirar la valla del jardín como si de esta manera pudiera evadir la muerte, las miradas, juicios de vecinos y reporteros. La madre cae en una profunda depresión y el padre se la pasa viendo la televisión.

Llega el momento de regresar a clases y las cuatro jóvenes son la comidilla de toda la escuela, aunque nunca muestran tristeza ni hablan de lo sucedido. Lux, interpretada por Kirsten Dunts, parece ser una chica bastante coqueta y promiscua, lo que llama la atención de un chico llamado Trip, interpretado por Josh Hartnett, que se caracteriza por reunir todos los clichés del tipo popular de las películas de adolescentes, jugador de futbol americano, es atractivo, rebelde y con poca inteligencia. Lux le ignora constantemente lo que ocasiona que Trip se obsesione con ella intentando cortejarla insistentemente invitándola al baile escolar. Los padres de Lux no aprueban este tipo de eventos, a lo que Trip astutamente busca la aprobación del Sr. Lisbon consiguiendo pareja para todas las hermanas con los jugadores de futbol. Los padres acceden y van al baile en unos vestidos horrendos hechos por la propia madre, todos prácticamente iguales. Bailan y beben un poco, Trip y Lux se convierten en rey y reina del baile escolar, es momento de ir a casa. Minutos antes de subir al carro para regresar Trip convence a Lux de pasar un tiempo a solas antes de volver a casa, a lo cual ella accede y termina pasando la noche con él en el campo de Béisbol escolar. Llega la mañana y Lux se da cuenta que ya está sola, regresa a casa. La Sra. Y el Sr. Lisbon no toleran que Lux haya pasado la noche fuera de casa como una cualquiera y en castigo no podrán salir de casa ni ir a la escuela. Pasan meses y vemos a las chicas viendo el tiempo pasar desde las ventanas. Su único contacto son los chicos del vecindario por medio de notas, luces y llamadas. Las hermanas a través de claves invitan a los chicos del vecindario a la casa durante la noche, ellos ilusionados sueñan con rescatarlas y huir. Al entrar a la casa Lux los hace esperar en la sala, mientras deambulan por la casa se dan cuenta que todas las hermanas se han suicidado mientras los padres dormían. Al final podemos ver a los Lisbon abandonando la casa con tristeza, dejando todo recuerdo de las hijas detrás.

Las hermanas Lisbon y el absurdo

No existe más que un problema filosófico serio y es el suicidio, según el filósofo Camus. Pensar en si la vida vale o no la pena es algo muy filosófico, ya que vivir no es nada fácil. Morir de manera voluntaria supone reconocer que ya no hay una razón importante para vivir. Cecilia, nuestro primer personaje retrata esa sensación de extrañamiento hacia el mundo, una aspiración hacia la nada la cual en algún momento en la vida puede llegar a pensar y sentir cualquiera de nosotros. Sin embargo, es difícil pensar que unas jóvenes como las hermanas Lisbon cometieron suicidio siendo tan jóvenes e inexpertas en el cansancio de la adultez como bien menciono el doctor al inicio, la repetición de ir al trabajo, sentirse explotado, comer a prisas, el cansancio, dormir, y repetir lo mismo de lunes a sábado, pagar las cuentas, compromisos, hijos, enfermedades y lidiar con la vejez, la humanidad y con los sucesos caóticos que ocurren en el mundo por el resto de nuestros días, este sentimiento o nausea hacía el mundo maquinal es a lo que Camus llama el absurdo. El absurdo lo describe con el mito de Sísifo que, según Homero, fue un gobernante que tuvo la insolencia de violar las leyes de Zeus para imponer su voluntad, cuando lo llevan al inframundo burla a Hades y con estos actos de traición hacia los dioses se le impuso un castigo muy particular, empujar una gran piedra desde el inicio de una montaña hasta la cima y una vez que llega a la cima debe volver a subir y realizar el mismo trabajo hasta la eternidad. El mito ejemplifica el absurdo como el conflicto que hay en buscarle un sentido a la vida, un objetivo.

Supondríamos que las hermanas Lisbon no encontraban un sentido a la vida y que por ello cometieron suicidio. Por el contrario, Camus diría que “aquellos que se suicidan suelen estar frecuentemente seguros del sentido de la vida” (Camus, Albert, 2018. El mito de Sísifo). Es decir, las hermanas cometieron suicidio por creer precisamente que hay un sentido en la vida, algo más allá que debía satisfacer sus vidas o deseos personales, según Camus buscar un sentido o razón a nuestra existencia es lo que causa el sentimiento de absurdo ya que nuestra existencia no lo tiene, vivimos con la esperanza de un mañana, deseosos de cumplir proyectos y metas pero aunque estas se vean satisfechas por un instante, siempre tendremos al acecho la muerte. Depositar nuestras esperanzas en un futuro trascendente o salvación divina es a lo que Camus llama suicidio filosófico.

Parece una tragedia que la vida no tiene sentido. Sin embargo, una vida sin sentido nos permite tener la libertad de no vivir sujetos a un propósito que no mancille la cabeza, danzar en el sin fin de experiencias buenas o no, disfrutando de la soltura de no tener una expectativa que cumplir más que la de aprender y escribir nuestro propio guion en un mundo caótico mientras cargamos nuestra roca una y otra vez.


Referencia Bibliográfica:

Camus, Albert. (2018) Obras maestras: El mito de Sísifo.

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